Existen muchas publicaciones a modo de divulgación científica y dirigidas a todos los públicos como «Las mujeres son de Venus y los hombres de Marte…» o publicaciones similares, que se basan en la diferencia de nuestros cerebros, el de los hombres y el de las mujeres, para explicar cómo en nuestros roles y maneras de interpretar o sentir la realidad, hay diferencias. Es cierto, no lo vamos a negar, que existen diferencias cerebrales y, si nos remontamos a estudios etológicos, antropológicos o paleontológicos, la distribución de las tareas es diferente según los sexos, muchas veces, distribución supeditada a las circunstancias del entorno para aumentar las probabilidades de supervivencia. La selección natural pudo favorecer el desarrollo de hembras capaces de percibir los detalles pequeños ya que con las crías cazar era muy complicado pero recolectar mucho más fácil y, hombres que tuvieran una capacidad viso espacial mayor ya que para la caza era relevante. Pero existían otras muchas funciones y roles en un clan de aquella época, y probablemente habría mucha variedad también entre los propios sexos.

Los estudios demuestran que existen tantas diferencias entre hombres y mujeres como entre las mujeres entre sí y entre los hombres entre sí.

No podemos atender a estas diferencias para justificar desigualdades. No está demostrado que las mujeres en los clanes humanos antiguos no tuviesen un papel importante y de poder, al igual que ocurre en clanes no humanos.

Según las conclusiones de la psicología diferencial, es muy difícil discernir aquello que corresponde a circunstancias biológicas de lo que corresponde a patrones sociales aprendidos.

Actualmente, está muy difundida la idea de que el cerebro masculino tiene una mayor capacidad para el espacio y los números y las mujeres para expresarse y mostrar sus sentimientos.

Emilio García García, nos muestra en su artículo que las diferencias entre el cerebro masculino y femenino corresponden a la evolución y la capacidad de adaptación de los seres humanos. Y, afirma que en una sociedad más igualitaria las diferencias biológicas entre hombres y mujeres no serían las que hoy son.

Hay multitud de estudios que reflejan el diferente trato que reciben desde bebés, los niños por ser niños y las niñas por ser niñas. Shaffer expone un experimento en el que un mismo bebé es mostrado primero como niña y después como niño a diferentes personas. La actitud de los adultos y adultas ante cada una de las situaciones es muy diferente. Por ejemplo, ante una misma reacción del bebé, se tilda de “enfado” cuando es un niño o de “miedo” cuando es una niña, este resultado es demoledor.

Es aquí, donde aparece esa “profecía autocumplida”, que “fomenta las diferencias de actuación cognitiva entre los sexos y orienta a los niños y a las niñas hacia caminos profesionales y vitales distintos”. Todo basado en prejuicios previos de los propios individuos y de toda la sociedad.

Reconocemos las diferencias entre sexos, pero se sabe que estas diferencias no son homogéneas. Sin embargo muchas veces las pautas educativas son diferentes en el caso de niños o de niñas, y hay niños que no se adaptan a ese estilo educativo y hay niñas que tampoco se adaptan y eso quizá es lo que explica parte del fracaso académico

Según Sánchez, la escuela enseña y educa. Es un lugar donde se aprende a ser y a vivir en el mundo. Todas las personas tenemos unos rasgos que nos hacen diferentes, pero también (y sobre todo) que nos hacen iguales.

Aboguemos por la igualdad entre la desigualdad entre sexos y entre personas.

Raquel López Vergara

Psicóloga y coach

Referencias

Emilio García García. “Neuropsicología y género”. En:Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.

2003. Pp.: 14-15.

Shaffer, D. R. Desarrollo social y de la personalidad. 2002. P: 254

M. Antonia Sánchez-Vallejo. “Niños y niñas separados contra el fracaso escolar”. [en línea] En.: El País.13/02/2008:

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SEDEÑO PÉREZ, Eulalia. “Género y otras especies: Diferencias sin desigualdades”. En: C. Lara

(ed.): El Segundo Escalón: Desequilibrios de género en Ciencia y Tecnología. Sevilla: 2006, ArCiBel

Editores. ISBN: 84-934085-9-X.

Inspirado en: http://inmamsanchez.files.wordpress.com/2010/05/existen_diferencias_psicologicas_entre_hombresymujeres.pdf