Medidas psicológicas ante el estado de alarma por el coronavirus en España
El Estado de Alarma en el que se encuentra en la actualidad el país genera un contexto cuyas condiciones no han sido nunca experimentadas por la población. A la incertidumbre que causa cualquier enfermedad que afecta o puede afectar a numerosas personas, se suma el escenario de medidas que alteran radicalmente las formas de vida de la población en general por un tiempo aún no determinado, entre ellas la limitación de movimientos y el confinamiento obligado. Y, a la vez, los acontecimientos que se van desencadenando a nivel laboral, económico, político e institucional permiten intuir un escenario poco favorable que se prolongará en el tiempo e impactará en la vida de las personas.
Centrándonos en lo más inmediato, entre la multitud de consecuencias que tiene una situación de confinamiento o cuarentena, en este documento explicaremos las consecuencias psicológicas de esa situación y aportaremos algunas pautas y recursos para afrontarla protegiendo nuestra salud mental.
CONSECUENCIAS
Las consecuencias a nivel psicológico de las condiciones derivadas del Estado de Alarma, están relacionadas con la aparición o agravamiento de cuadros depresivos y ansiosos. La situación de privación de estímulos que genera estar confinado en el hogar, da lugar a que la mente genere más pensamientos obsesivos y pensamientos automáticos negativos, que afectan nuestro estado de ánimo.
Las emociones de miedo y soledad, con sus expresiones corporales en forma de ansiedad o apatía, son una consecuencia natural a esta situación de aislamiento.
A nivel relacional, estar con las mismas personas de manera intensiva aumenta la probabilidad de conflictos y exacerba las dinámicas tóxicas que podían existir previamente. Al mismo tiempo, no poder estar con nuestros seres queridos, que no viven con nosotr@s, algunos estando incluso hospitalizados, implica situaciones de frustración, angustia y soledad.
PAUTAS DE AFRONTAMIENTO
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Motivación interna
“El confinamiento lo hago por una motivación trascendente: salvar vidas”
Los estudios muestran una gran diferencia en las consecuencias psicológicas del confinamiento en función del enfoque que le demos a la situación. Sentir que es algo impuesto y obligado, sin entender o compartir la medida, nos hará conectar con la frustración y la ira, así como con la pérdida de poder sobre el manejo de nuestras vidas. Esto conlleva un gran desgaste psicológico.
Por el contrario, entender la medida y asumirla desde la responsabilidad personal, viviéndola como una decisión propia acorde a las circunstancias, nos hará vivir la situación desde una mayor calma y motivación.
¿Cómo podemos favorecer esta motivación interna?
Lo principal es tener la información suficiente para comprender la situación. Después tendremos que conectar con nuestros valores y buscar aquellos que estén más alineados con esta medida: ser una persona responsable, cuidar a los demás, pertenecer a un grupo… De este modo, podemos llegar al punto de concluir “Hago esto porque creo que es lo mejor, entiendo que tengo que estar en esta situación y elijo estarlo”.
Aunque el Estado de Alerta no sea voluntario, necesitamos conectarnos con nuestra propia motivación para no vivirlo como una imposición.
2. Control de la información
Contrasta las fuentes de información. No te sobre-informes
En la Era de la Información tenemos acceso a información prácticamente infinita. Esta información es en ocasiones útil y verídica, pero en muchas otras es falsa y sólo sirve para afectarnos emocionalmente, generando pánico y preocupación extra.
Si bien es importante estar informado como hablábamos en el punto anterior, es importante, que decidamos qué fuentes son las que vamos a consultar en esta situación y cuánto tiempo diario vamos a dedicar a esta tarea.
¿Qué hacer con las informaciones “invasivas”?
Un gran porcentaje de la información falsa y potenciadora del pánico, es recibida en forma de imágenes a través de grupos de Whatsapp y otras redes sociales. Para tener un control sobre ellas, podemos desactivar la descarga automática de imágenes, para así poder elegir cuáles descargar y cuándo descargarlas. De este modo, tomaremos el control sobre la exposición, pudiendo decidir el momento en el que queremos exponernos en el caso de que queramos exponernos.
3. Combatir la incertidumbre
Detecta tu parcela de control
La incertidumbre es uno de los sentimientos más desagradables para el ser humano. Nos conecta con nuestros miedos, eleva nuestro sistema de alarma y nos sitúa en un estado de ansiedad constante. En épocas de incertidumbre necesitamos conectar con nuestra parcela de control, con aquello que sí está en nuestra mano hacer.
Identificar esa parcela, enfocarnos en ella y trabajarla nos hará conectar con la sensación de control y seguridad, bajando nuestro miedo y nuestra ansiedad.
4. Manejo realista del tiempo
El confinamiento acabará, es temporal, aunque dure lo necesario para controlar la pandemia
Aunque se desconozca el final de esta situación, es importante recordarnos que esto es una situación excepcional y transitoria. Poner la mirada a unos meses vista, y valorar que en ese momento nuestra normalidad se habrá retomado prácticamente, nos ayudará a entender la excepcionalidad del momento y a no dejarnos invadir por pensamientos catastrofistas.
5. Mantener los contactos sociales
Videollamadas, llamadas telefónicas, grupos de whatsapp, correo electrónico, clases online… démosle una vertiente social
Es fundamental sentirnos acompañad@s, aunque no sea presencialmente. Saber que tod@s nos encontramos en la misma situación nos facilita tomar una actitud empática, y no nos será difícil encontrar temas de conversación. Puede ser una gran oportunidad para conectar con los que tenemos cerca o fomentar relaciones que estaban algo relegadas.
6. Favorecer una convivencia positiva
Prevenid y gestionad los conflictos de la convivencia
Es necesario que el ambiente en casa sea lo más agradable posible, y eso es responsabilidad de todos.
Respetad vuestros espacios: Tener espacios de intimidad es esencial para que las fricciones no sean constantes. En muchos casos, estos espacios tienen relación con el teletrabajo o el estudio, o con conversaciones privadas, por lo que tenemos que respetar el derecho de tod@s a mantener nuestra intimidad. Podemos generar un código en la familia o compañer@s de piso que nos permita identificar si podemos compartir ese espacio o no.
Que estemos tod@s en casa no quiere decir que estemos todos disponibles. No podemos contar con el otro de manera constante. Respetar las actividades en las que estén inmersos los miembros de la familia y buscar una organización de tiempos para tareas comunes es vital para favorecer una convivencia positiva.
Todos tendremos nuestros momentos de preocupación, frustración, aburrimiento… es importante empatizar con los otros y entender posibles reacciones excepcionales que puedan darse, pudiendo contenerlas desde el entendimiento y el diálogo.
Es una oportunidad para hacer un enfoque en lo positivo y buscar aportar a la convivencia momentos de placer y distensión y actitudes positivas.
DECÁLOGO DE PAUTAS BÁSICAS
1. Mantén en la medida de lo posible tus rutinas horarias. El cerebro es muy sensible al desorden horario, por lo que mantener nuestras rutinas de horas de sueño y alimentación ayudará a nuestro cerebro a mantener un funcionamiento lo más normalizado posible.
2. Organiza tus días. La oferta informativa y el movimiento en redes sociales pueden hacernos aumentar el número de horas que pasamos ante las pantallas, sin realizar otras actividades. Tener una organización en la que cada día hagamos algo productivo, algo cultural y algo social, en las condiciones en las que se pueda, nos ayudará a sentirnos más satisfechos y a desconectar por momentos de la situación. Elabora un plan de acción a medio plazo, no hagas todas las tareas pendientes en un día.
3. Busca válvulas de escape emocional. Escribir un diario de estos días puede ser una manera de gestionar las emociones y un gran alivio en momentos de desborde emocional.
4. Proporciónate el autocuidado que necesites. Cada un@ somos expert@s en nuestras propias necesidades. Escúchate y proponte opciones (música, actividades, necesidades básicas…). Aprovecha las oportunidades de formación, información y entretenimiento que te brinda la sociedad digital, lee y dedica tiempo a las aficiones y actividades que te resulten gratificantes.
5. Mantén un estilo de vida saludable a nivel de alimentación y ejercicio. Evita, o al menos no incrementes, los hábitos tóxicos como el consumo de tabaco o alcohol.
6. Recuerda las habilidades que has usado en el pasado en tiempos difíciles para manejar tus emociones durante esta situación.
7. Fomenta relaciones sociales positivas.
8. Contrasta la información que active en ti estados emocionales negativos.
9. Aprovecha esta situación para nutrir tu autoconcepto. Tu actitud en esta situación tendrá importancia a la hora de valorarte a ti mismo.
10. Apoya a los que te rodean. Crear un clima positivo y de cuidado nos hará conectar con emociones positivas y enfocar de manera constructiva esta situación.
Te mandamos todo nuestro apoyo como Equipo de Grupo Crece.
Un abrazo y mucho ánimo.